Variación y Percepción: Aniversario Carlos Cruz-Diez: Colectiva
Variación y percepción
Historia y legado del Arte Cinético
Una exposición en el marco del 98 aniversario de Carlos Cruz-Diez.
A mediados del siglo XX, una serie de artistas, grupos y movimientos se plantearon, cada uno a su modo y con sus preocupaciones e intereses propios, generar una nueva relación entre los espectadores y la obra de arte. Se trataba de propiciar una posición activa, que pasara de la mera contemplación o recepción pasiva a la participación del espectador. Los artistas estudiaron los mecanismos perceptivos y la fisiología de la visión para producir obras que parecían modificarse según la distancia, la posición o el desplazamiento del espectador. Y descubrieron que la incorporación del tiempo y el espacio reales a la obra de arte eran sus principales herramientas para lograr las variaciones que buscaban.
Había nacido el Arte Cinético, con obras que intentaban moverse desde el estático plano pictórico hacia la tercera y la cuarta dimensión. Funcionaban en la tercera dimensión porque incorporaron a su mecanismo el espacio entre los elementos de la obra y el espacio entre estos elementos y los espectadores que interactuaban con ellos. Y producían sus efectos para realizarse también en la cuarta dimensión: el tiempo, en cuyo transcurso vemos a la obra transformarse.
De ese modo se garantizaba una nueva relación con los espectadores, llamados a participar del juego propuesto por la obra para completarla y poner en funcionamiento su mecanismo. Son obras que juegan con los límites de la percepción, empujando al ojo, al cuerpo todo y al intelecto a situaciones inéditas, a veces incluso incómodas que pretendían también un matiz didáctico: aprender con el arte, aprender a ver, a pensar nuestras relaciones con el mundo y nuestra posición en y con la sociedad y la realidad.
Con ocasión del mes aniversario de Carlos Cruz-Diez, ahora que el maestro del color habría cumplido 98 años, Marión Art Gallery nos ofrece una exposición en la que, junto a una cuidada muestra de obras representativa de sus distintas investigaciones, que han sido dispuestas en interesante diálogo que el visitante podrá apreciar en el recorrido de las salas, se ha reunido también una extraordinaria selección de obras que sirven de contexto y contrapunto a su legado artístico.
Recibe al visitante un conjunto de obras de grandes maestros de los años 60 y 70 que ilustran diversos caminos de la exploración de los grandes problemas que interesaron al Arte Cinético. Soto, Morellet y Asis, con su búsqueda de la vibración por diferentes medios: superposición de planos, transparencias, varillas, retículas. Los italianos Ennio Chiggio y Toni Costa, ambos participantes del Grupo N, y Marina Apollonio, quienes persiguieron la dinamización del plano y la creación de estructuras que se transforman con la intervención de los espectadores, a través de un arte programado, estructurado y pensado desde antes de su ejecución. El argentino Julio Le Parc, miembro fundador del Groupe de Recherche d'Art Visuel, GRAV, interesado por la capacidad de transformación social del arte a través de la participación, con obras en las que el desplazamiento del espectador tiene el mayor protagonismo. Y por último, el venezolano Narciso Debourg y el aleman Klaus Staudt, cuyas obras dialogan ante los ojos del visitante por el uso de pequeños sólidos biselados que se levantan desde el plano del fondo, o entre las capas que conforman la pieza, y que muestran el poder transformador de la repetición y la diferencia.
El recorrido de esta gran exposición se completa con una muestra del alcance actual de aquellos planteamientos. Obras recientes de Héctor Ramírez y Felipe Pantone evidencian cómo nuevas generaciones de artistas han retomado los fundamentos plásticos y conceptuales de los maestros cinéticos y constructivos del siglo XX para crear propuestas renovadas y personales. Son obras de su tiempo, en diálogo con las realidades y posibilidades de fines del siglo XX e inicios del XXI.
Esta exposición es un homenaje, no sólo al maestro Cruz-Diez con ocasión de su aniversario, sino a toda una corriente artística que se propuso cambiar nuestra manera de relacionarnos con el arte. Es la muestra de un legado que continúa vigente y tiene algo que decirnos, pues su tiempo es histórico pero es también el del instante siempre presente. Por eso siempre podemos encontrarnos en sus intrincados mecanismos de transformación.
Joel Bracho Ghersi
Panamá, 17 de agosto de 2021